lunes, 25 de julio de 2016

Entrevista a Jeremy Rifkin

Muy interesante la entrevista realizada a Rifkin en El País 25.07.16. Entresaco una parte

(...) El capitalismo todavía no sabe cómo hacer frente a esa economía colaborativa (aquí, aquí y aquí). Yo considero que es un nuevo sistema económico, como lo fueron el capitalismo y el socialismo. Está aquí para quedarse, aunque ahora parezca algo muy nebuloso. Ya hemos visto lo que ha pasado en las comunicaciones, ahora veamos qué ocurre con la energía y los transportes. La tecnología digital nos lleva a costes marginales cercanos a cero. La gente joven está produciendo y compartiendo su propia música, el coste de producir con calidad de estudio es casi cero y los jóvenes comparten el resultado casi por nada. Ocurre lo mismo con los vídeos. Los periódicos y las revistas están viviendo eso con las redes sociales. La gente contribuye a Wikipedia por nada, el conocimiento del mundo se está democratizando. Muchos pensaron que eso sólo ocurría en el mundo virtual, no en el real, pero lo que mantengo es que cuando aplicas esto al Internet de las Cosas esa diferencia desaparece. Lo estamos viendo con la energía, el transporte y la logística. Por ejemplo, en Alemania, con cuyo Gobierno trabajo desde hace décadas, la energía eólica y solar está aumentando muy rápidamente con un coste marginal cero. En 10 años será el 40% y en 2040 será el 100%. Es un progreso parecido al de los microchips en las computadoras: en los años 40 había un par de ordenadores y costaban millones de dólares, pero luego vino el chip Intel, y ahora tenemos ordenadores en los teléfonos que cuestan 25 dólares en China, más poderosos que los que se utilizaron para mandar al hombre a la luna. Aún se ignora que va a ocurrir el mismo proceso con la energía solar y eólica: en 1978, un vatio solar costaba 78 dólares, ahora cuesta 50 céntimos. Y en 18 meses costará 35 céntimos (...)

Merece la pena leerla.
Más información sobre Jeremy Rifkin, aquí.

martes, 12 de julio de 2016

¿Por qué las personas tienen miedo a las nuevas tecnologías? Innovation and its enemies (Calestous Juma)

Recomiendo el último libro de Calestous Juma, titulado Innovation and its enemies. Why People Resist New Technologies (prensa aquí). Para Juma muchas sociedades se oponen a ciertas ideas porque sean nuevas, sino porque perciben y/o presienten que van a salir perdiendo en forma de menos trabajo, menos ingreso o porque un determinado modelo de vida se extingue. En la actualidad esto es lo que está sucediendo con la agricultura transgénica, la inteligencia artificial, la edición genómica y la impresión en 3D.

En el libro se recorren más de 500 años de historia analizando con detalle el porqué en determinados momentos hubo una fuerte oposición a las nuevas tecnologías y a ideas que podían transformar el mundo. Por ejemplo, el café se prohibió en La Meca, El Cairo y Constantinopla durante más de 200 años. Cuando el café se asentó en el Imperio Otomano y dio el salto a Europa,  gran parte de los reyes europeos decretaron el cierre de los "clubes del café" que solían proliferar en las universidades. En las ciudades estado italianas, se prohibió por medio a que dañase las exportaciones del vino. Hubo que esperar a que el papa Clemente VIII defendiese el uso del café en torno al año 1600 (más detalles aquí). En pleno siglo XX, el lobby de la industria láctea estadounidense se opuso firmemente al uso de la margarina (algunos detalles aquí). En plena II Guerra Mundial (1942), el sindicato de músicos más importante de los EEUU prohibió a sus afiliados hacer discos y llamó a todos sus miembros a una huelga contra la industria discográfica. ¿Por qué? Estimaban que la grabación de canciones en discos de vinilo acabaría con la música en directo. Qué pensarían del auge de Spotify (aquí y aquí) en pleno siglo XXI. O cambiando radicalmente de tema habría que preguntarse por qué los tractores en la agricultura, los frigoríficos, las vacunas o la imprenta en el mundo musulmán fueron objeto de críticas sin razones aparentes.