miércoles, 30 de agosto de 2017

Recomendación: The Republic for Which It Stands: The United States During Reconstruction and the Gilded Age, 1865-1896 (Richard White)


Original aquí
¿Cómo es posible que EEUU después de una cruenta guerra civil se convirtiera en apenas 30 años (1865-96) en el país más rico del mundo? Esto es lo que analiza el último de libro del historiador Richard White, The Republic for which it stands (más detalles aquí), y que recientemente ha recomendado The Economist, How technology and capitalism shaped America after the civil war.

El siglo XIX no empezó demasiado bien para la joven república americana (véase la Guerra de Independencia Americana 1775-83) ya que el 24 de agosto de 1814 los ingleses quemaron la Casa Blanca y el Capitolio en el transcurso de la guerra anglo-americana entre 1812 y 1815. Las cosas mejoraron sobremanera con el tratado de Guadalupe Hidalgo (1848) que permitió incorporar a EEUU tras su victoria militar sobre México (y el pago de una compensación económica) a los estados actuales de California, Nevada, Utah, Nuevo México, Texas y parte de los territorios de Arizona, Colorado, Wyoming, Kansas y Oklahoma.

Tras la terrible Guerra de Secesión (1861-65), Lincoln consiguió la abolición de la esclavitud (decimotercera enmienda, 31 de enero de 1865) por tan solo dos votos y recurriendo a distintos sobornos. Finalmente, no pudo ver su sueño ya que acabó siendo asesinado el 14 de abril de 1865. Con estos antecedentes y un país profundamente dividido los estadounidenses se plantan en el último tercio del siglo XIX.

Para White hay tres aspectos que deben subrayarse. En primer lugar, el éxito de dicho periodo está asociado con el indiscutible triunfo del capitalismo y el progreso tecnológico; o en palabras de Ida Tarbell de un capitalismo salvaje (véase The Robber Barons) que recurrió con demasiada frecuencia a los sobornos para obtener ventajas de mercado (véase Ida Tarbell, The History of the Standard Oil Company). Prosperidad, crecimiento económico (véase el excelente libro de Robert J. Gordon: The Rise and Fall of American Growth: The U.S. Standard of Living since the Civil War), más riqueza,... pero la expansión del capitalismo norteamericano también dejó una gran cantidad de damnificados a su paso: los nativos americanos, los pequeños propietarios agrícolas o los propios obreros industriales. Así, por ejemplo, en 1893 murieron 1,567 trabajadores del ferrocarril y casi 19,000 resultaron heridos. Asimismo, los estadounidenses que nacieron durante esta Edad Dorada (1865-96) eran más bajos e incluso tuvieron una menor esperanza de vida que los nacidos medio siglo antes. Y es que The Robber Barons construyeron sus fábricas y sus ferrocarriles sin tener en cuenta la calidad del aire o la seguridad de los trabajadores. En segundo lugar, aunque EEUU abolió la esclavitud desde 1876 se aplicaron en la mayoría de los estados del Sur, las leyes de Jim Crow que propugnaron la segregación racial. Síntoma evidente de que la división Norte-Sur siguió. Finalmente, en tercer lugar, se produjo un cambio en el flujo del comercio norteamericano: mientras en la primera mitad del siglo XIX este flujo iba de Norte a Sur a través de las costas y los sistemas fluviales; en la segunda mitad del siglo XIX, el grueso de los intercambios comerciales fue desde el Este al Oeste sobre todo gracias a la llegada del ferrocarril. En definitiva, un tema apasionante.



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