martes, 28 de febrero de 2017

El hombre que tuvo en sus manos el destino de Rusia: Kerensky (entrevista de Chaves Nogales)


La I Guerra Mundial precipitó los acontecimientos en la Rusia zarista, de tal forma que las manifestaciones pacíficas de sus ciudadanos -cada vez más hambrientos- fueron in crescendo al tiempo que las represiones se volvían más agresivas. El detonante se produjo el 23 de febrero de 1917 cuando en el día de la mujer trabajadora miles de mujeres campesinas, estudiantes y trabajadoras en Petrogrado (actual San Petersburgo, antigua Leningrado, y capital de Rusia entre 1712 y 1918) se manifestaron básicamente para pedir pan. Esta revolución espontánea ha pasado a la historia como la Revolución de Febrero y significó el comienzo de la Revolución Rusa (más detalles aquí, aquí y aquí). En marzo de 1917, el líder socialista Kerenski  (obituario del NY Times aquí) entró en la Duma (Parlamento) y encarceló a los ministros del zar Nicolás II (más aquí). Obligado por los acontecimientos, el 15 de marzo de 1917 se produjo la abdicación del zar. Opuestos al zarismo había tres grandes partidos: (i) el partido Cadete (liderado por Miliukov, estaba apoyado por la clase media ilustrada y pasó a denominarse burgués republicano después de la caída del zar); (ii) el partido socialista revolucionario (liderado por Víctor Chernov y partidarios del socialismo agrario); y, (iii) el partido socialista que a su vez estaba dividido entre mencheviques (liderados por Yuli Mártov, identificados como socialistas y partidarios de la democracia y el liberalismo) y bolcheviques (liderados por Lenin (más aquí) y Trotski (más aquí), identificados como comunistas y partidarios de la dictadura del proletariado).

jueves, 23 de febrero de 2017

En defensa del libre comercio

El mercado de la independencia en Lima, c. 1843 (M. Rugendas); prensa aquí
No corren buenos tiempos para el libre comercio. Resulta muy triste que la creciente oposición a los tratados comerciales a derecha e izquierda del espectro ideológico y en cualquier parte del mundo (Trump, Le Pen, el triunfo del Brexit o la aparición de partidos populistas) se esté extendiendo. Que, además, el presidente chino, Xi Ping, alerte de los peligros de una guerra comercial y se presente como el mayor baluarte de la globalización y del libre comercio es cuanto menos sorprendente, debido a la falta de democracia en el país asiático.


viernes, 17 de febrero de 2017

Para qué sirve estudiar... (evolución del salario por hora trabajada, 1995-2009)


Da que pensar. Resulta que entre 1995 y 2009 el salario por hora trabajada de un trabajador cualificados ha crecido menos (incluso ha disminuido en algunos países) en términos comparativos que el salario de un trabajador no cualificado. Este hecho parece ser la tónica en países como Francia, Italia, Reino Unido, Suecia, Japón y Corea del Sur. En el gráfico de la izquierda (cambio porcentual en los salarios por hora trabajada) se aprecia, asimismo, que el salario por hora de un trabajador cualificado ha disminuido en Italia, España y Japón. Los únicos países donde se percibe que estudiar y, por consiguiente, los incentivos funcionan (en otras palabras, la “prima por las cualificaciones” o en versión inglesa el denominado “skill Premium”) son, por este orden, China, EEUU y Alemania. Más información en el informe del think tank Bruegel, An anatomy of inclusive growth in Europe realizado por Zsolt Darvas y Guntram B. Wolff (descarga directa aquí).