Os dejo unas reflexiones de Luis Garicano sobre la economía del conocimiento. Para este autor tres son las claves de toda educación y del éxito profesional de un estudiante:
1. Nivel avanzado en matemática y estadística
2. Capacidad elevada para escribir un argumento
3. Nivel avanzado de inglés
Algunos fragmentos
(...)
Nuestros hijos vivirán en este mundo rico en datos, en el que los
trabajos manuales bien pagados habrán desaparecido prácticamente,
sustituidos por los robots, y en el que la habilidad principal necesaria
para ganarse bien la vida será saber manejar datos, información,
símbolos, e ideas. Las máquinas no se manipularán con las manos, sino
con un teclado, y los maquinistas tendrán que saber programar. El valor
añadido en los procesos productivos estará antes de la fabricación (I+D)
y después de esta (servicios), no en la fabricación misma. Las
decisiones no se tomarán a partir de intuiciones e instintos, sino a
partir de una lectura correcta de la evidencia.
Es sorprendente en este sentido que los españoles acepten sin
rechistar la estafa que supone la enseñanza secundaria y universitaria
que se imparte en demasiados lugares en España, plagada de profesores
que imaginan que enseñar consiste en sentarse en una silla a dictar
apuntes (¿no conocerán quizás la moderna invención de la fotocopiadora,
la impresora, y el correo electrónico?). El debate sobre enseñanza se
centra siempre, en cada uno de los interminables procesos de “reforma”
en si clase de religión sí o clase no; y si formación del espíritu
nacional español, o mejor espíritu nacional catalán o cántabro.
(...)
Pero estamos por escuchar la primera protesta porque a los niños no
se les exige suficiente, porque las clases son demasiado blandas,
rutinarias, y memorísticas. Estamos por escuchar la primera protesta
porque los chicos salen del colegio, con 16 o con 18 años, sin haber
adquirido los tres fundamentos claves necesarios para salir adelante en
la economía de conocimiento: un nivel avanzado de confianza en el uso de
las matemáticas y la estadística; una capacidad elevada para escribir
un argumento, no solo correcto gramaticalmente, sino razonado con
claridad y convicción; y un nivel avanzado de inglés. No nos engañemos,
sin haber adquirido estos tres fundamentos básicos para participar en la
economía del conocimiento, es como si los niños no hubieran pisado la
escuela desde los 14 años.
***
Os recomiendo encarecidamente que leáis el libro de Santiago Ramón y Cajal titulado "Los tónicos de la voluntad", donde reflexiona sobre la educación
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