En 1790 los mulatos y los negros reclamaron el final de la discriminación racial. En 1791, el jamaicano Dutty Boukman promovió la eliminación de la esclavitud y, paralelamente, el exterminio de los blancos en la parte francesa. La violencia de la guerra fue extrema por ambos bandos. En 1799, el conflicto se transformó en una guerra civil entre esclavos (liderados por Toussaint L’Ouverture) y mulatos (encabezados por André Rigaud) que acabó ganando el bando esclavista. El 1 de enero de 1804, Haití declaró su independencia convirtiéndose Jean-Jacques Dessalines en su gobernador general y autoproclamándose posteriormente emperador con el título de Jacques I de Haití. Dessalines dio la orden de que todos los hombres blancos fueran condenados a muerte: desde principios de febrero hasta mediados de abril de ese año tuvo lugar la masacre de Haití, que supuso el asesinato de entre 3,000 y 5,000 personas blancas. Tras este hecho, la economía haitiana quedó estrangulada por el bloqueo francés viéndose obligado el presidente haitiano Jean-Pierre Boyer a firmar la Real Ordenanza de Carlos X el 17 de abril de 1825. Dicha ordenanza facilitaba a Haití el reconocimiento diplomático francés a Haití a cambio de una reducción del 50% a las importaciones francesas y una indemnización de 150.000.000 francos en oro (aprox. 21,000 millones de dólares americanos actuales) como compensación a los productores franceses por la pérdida de tierras y esclavos. Para hacer frente a estas indemnizaciones el gobierno haitiano recurrió a préstamos de bancos franceses y con posterioridad a bancos estadounidenses, franceses y alemanes con tipos de interés elevadísimos que le obligaban a destinar la mayor parte del presupuesto nacional en pagos de deuda. En 1947 -122 años después de su declaración de independencia- Haití acabó pagando la totalidad de sus deudas. En la actualidad, Haití es el país más pobre de América y uno de los más pobres del mundo.
Esta semana es muy fácil. Buscamos a un político con las pistas siguientes:
i. Al personaje que buscamos no le gustaban los elefantes, pero sí Cuba
ii. ¿Qué pueden tener en común el ferrocarril y un barco llamado SS Central America?
4 comentarios:
Luz María Serrano Fernández
El político al que estamos buscando es Biden, Joe Biden, es un político estadounidense que ejerció como el 47° vicepresidente de los Estados Unidos de 2009 a 2017. Fue senador de los Estados Unidos por Delaware entre 1973 y 2009.
Actualmente se ha postulado para ser el presidente de E.E.U.U. y de momento va ganando en votos a Trump aunque aún no se sabe que sucederá.
A Biden no le gustan los elefantes ya que se dice que el partido republicano es el elefante, mientras que el demócrata es el burro. (Trump es del partido republicano mientras que Biden es del contrario)
«Cuba se juega muchas cosas con las elecciones de los Estados Unidos», especulan en las noticias. Reiteradas declaraciones de Joe Biden, que incluso llegaron a catalogar la llamada «Revolución cubana», dejaron ver que flexibilizará las sanciones contra Cuba y retomará las relaciones bilaterales. Durante una entrevista Biden aseguró que, de resultar electo, su política hacia Cuba se regiría por dos principios.
Primero, los estadounidenses, especialmente los cubanoamericanos, serán los mejores embajadores de la libertad en Cuba. En segundo lugar, empoderar al pueblo cubano para que determine su propio futuro es fundamental
Por ende, si gana Biden, habrá un nuevo deshielo con Cuba. (o eso dicen)
El SS Central America, es un barco estadounidense que se hundió en 1857 matando a 425 personas, desencadenando una de las primeras crisis financieras del mundo y el primer ferrocarril transcontinental de los Estados Unidos fue una línea de ferrocarril a través de los Estados Unidos que unió la ciudad de Omaha (Nebraska) con Sacramento en los años 1860, uniendo así la red de ferrocarriles del Este de los Estados Unidos con California, en la costa del Pacífico
Los dos tienen en común que pertenecen a E.E.U.U. y eso me llevó a indagar sobre que pasaba en E.E.U.U. y junto con la otra pista a la situación política actual del mismo.
(También el 18 de diciembre de 1972, con Biden recién elegido como senador, su esposa sufrió un accidente de coche cuando se dirigía con sus tres hijos a comprar un árbol de navidad. Murieron ella y la pequeña Naomi, de poco más de un año y cada noche y hasta que se curaron, Joe Biden estuvo tomando el ferrocarril para ir al hospital a ver a sus hijos y allí juró su cargo, mientras cuidaba de ellos)
Luz, no es Joe Biden. Interpreta mejor las pistas.
Sobre todo en ¿Qué pueden tener en común el ferrocarril y un barco llamado SS Central America?
Suerte en el próximo intento
El político que buscamos puede ser James Buchanan, que fue un político estadounidense.
Respecto a la relación entre el ferrocarril y el SS Central América; el barco se hundió en 1857 y ese mismo año surgió el Pánico de 1857; que fue una crisis financiera con origen en los Estados Unidos, causada por el declive de la economía internacional y la sobre-expansión de la economía doméstica. Una de las causas de esta crisis fue la crisis de los ferrocarriles entre otras.
En ese momento gobernaba James Buchanan quien intentó aliviar la crisis de este año con diferentes reformas.
La agenda exterior de Buchanan seguía centrada en el Caribe, una región con la que había tratado mientras se desempeñaba como embajador en Inglaterra bajo Franklin Pierce. Como presidente, no renunció a sus esperanzas de anexar Cuba, pero la continua oposición republicana condenó estos planes.
También era demócrata y eso me lleva a que no le atraían especialmente los elefantes por lo mencionado con anterioridad sobre los partidos de los burros y los demócratas
Al leer la pista “Al personaje que buscamos no le gustaban los elefantes, pero sí Cuba” he derivado a que el personaje que buscamos está muerto por que no “le gustan” si no que “le gustaban” y este personaje murió el 1 de junio de 1868 a sus 77 años por insuficiencia respiratoria.
Enhorabuena, Luz. Acabas de hacer doblete !!! Efectivamente la respuesta era el presidente americano James Buchanan. La próxima semana un nuevo enigma
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