Le visage de la guerre (1940), Dalí. Boijmans Van Beuningen |
Eduardo Galeano
(El Libro de los Abrazos)
Sueñan las pulgas con comprarse un perro y sueñan los nadies
con salir de pobres, que algún mágico día llueva de pronto la buena suerte, que
llueva a cántaros la buena suerte; pero la buena suerte no llueve ayer, ni hoy,
ni mañana, ni nunca, ni en lloviznita cae del cielo la buena suerte, por mucho
que los nadies la llamen y aunque les pique la mano izquierda, o se levanten
con el pie derecho, o empiecen el año cambiando de escoba.
Los nadies: los hijos de nadie, los dueños de nada.
Los nadies: los ningunos, los ninguneados, corriendo la
liebre, muriendo la vida, jodidos, rejodidos:
Que no son, aunque sean.
Que no hablan idiomas, sino dialectos.
Que no profesan religiones, sino supersticiones.
Que no hacen arte, sino artesanía.
Que no practican cultura, sino folklore.
Que no son seres humanos, sino recursos humanos.
Que no tienen cara, sino brazos.
Que no tienen nombre, sino número.
Que no figuran en la historia universal, sino en la crónica
roja de la prensa local.
Los nadies, que cuestan menos que la bala que los mata.
***
I hate Karl Marx (2010) de Rainer Ganahl
Berlín año 2045. Karl Marx se ha reencarnado como chino. Todo el mundo es chino, habla chino, viste ropa china y come comida china (al igual que hoy en día todo el mundo está imbuido por la cultura norteamericana). Una joven alemana se encara en chino frente a la estatua de Marx en el bulevar berlinés Karl Marx Allee (construido en la extinta República Democrática Alemana en la década de 1950 en los distritos de Friedrichshain y Mitte).
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