Original aquí |
1. ¿Qué comentan los expertos?
Los expertos señalan que lo óptimo sería tener una red ferroviaria compartida por el tráfico de mercancías y con el servicio de pasajeros a velocidad alta y convencional. El transporte de mercancías contribuye a los ingresos nacionales, al PIB y a la productividad más que el transporte de viajeros. De hecho, dado que la máxima velocidad sólo es posible en vías exclusivas para viajeros, la construcción de dichas vías sólo tiene sentido en líneas con una elevada densidad de tráfico (megaurbes que no existen en España). Esto implicaría en el caso español la construcción de un tendido ferroviario con líneas compatibles entre mercancías y pasajeros y que prime las conexiones industriales entre ciudades aunque esto conlleve velocidades altas o muy altas, pero no máximas. Asimismo la experiencia demuestra que la alta velocidad ni genera nuevas actividades económicas, ni atrae empresas y tampoco inversiones. Más bien al contrario. Las conexiones de alta velocidad producen la deslocalización de las actividades económicas y la concentración de las actividades en los grandes núcleos o nodos ferroviarios (podéis ampliar toda esta información en el libro España, capital París, los artículos de Germá Bel o esta entrada de Gerard Llobet)
2. Algunas evidencias y/o adivinanzas:
a. ¿Qué tienen en común las ciudades de Vigo, Valladolid, Palencia, Pamplona, Vitoria, Zaragoza y Barcelona? En otras palabras, qué tienen en común, PSA-Citroën (1958), Renault (1951), Renault (1978), Volkswagen (1965), Mercedes-Benz (furgonetas), General Motors (1982) y Seat (1953)/Nissan. Conviene recordar que España es el 2º fabricante europeo de automóviles y el top12 mundial. Las otras fábricas estarían en Valencia (Ford, 1976), Madrid (Citroën, 1952) y Ávila (Nissan-furgonetas). Sobre la industria automovilística en España, podéis consultar ANFAC y un reportaje reciente aquí.
b. ¿Qué tienen en común las ciudades de Algeciras, Valencia y Barcelona? Los puertos de ambas ciudades figuran entre los diez primeros puertos europeos –octavo, quinto y décimo, respectivamente- por el movimiento de contenedores de mercancías (podéis consultar la web Puertos del Estado y la información aquí y aquí).
c. Gran parte de las mercancías provenientes de Asia llegan a Europa a través del Canal de Suez. Una vez en el Mediterráneo siguen por el estrecho de Gibraltar hacia los puertos europeos del Norte (Rotterdam, Amberes y Hamburgo) que monopolizan las importaciones europeas.
3. ¿Qué se podría haber hecho?
Dado que construir un puente sobre el estrecho de Gibraltar es excesivamente complicado y caro por las corrientes marítimas, habría que haber fomentado mucho antes los corredores ferroviarios del Atlántico y del Mediterráneo que conectasen los principales núcleos industriales y los principales puertos españoles. Esto generaría economías de escala con la reducción de costes y el aumento de la competitividad de los puertos españoles para conectar Asia y África con Europa. En la actualidad el transporte de mercancías en España por ferrocarril apenas supone el 4% sobre los demás medios, mientras en Europa está en torno al 20%.
4. ¿Qué se ha hecho?
Básicamente construir una red de alta velocidad para viajeros que conecta a Madrid con las ciudades españolas más pobladas, cuyo primer capítulo fue el AVE Madrid-Sevilla. Mientras en el resto del mundo se apuesta por trenes de mercancías extra-largos, en España la disminución del tráfico de mercancías por ferrocarril ha incrementado la congestión de las carreteras. Según un estudio muy citado de Rus y Nombela, para que la inversión en alta velocidad sea rentable son necesarios al menos de 8 a 10 millones de pasajeros para una línea de 500 kilómetros. Datos sobre el número de viajeros aquí y sobre el transporte de mercancías aquí. Noticia aquí.
5. ¿Qué puede pasar en el futuro?
Desde la entrada de España en la UE (1986) gran parte de los fondos recibidos se han utilizado en fomentar por todos los gobiernos un modelo de crecimiento basado en la construcción de viviendas, en el turismo, en la construcción de aeropuertos que no utiliza nadie o en construir una red exclusiva de alta velocidad que parecen los cercanías de alto lujo para Madrid (en detrimento de inversiones en redes de ferrocarril de mercancías o en mejorar las tecnologías de comunicación). El futuro basculará entre la desaparición de líneas de viajeros no rentables, la liberalización del ferrocarril, privatización de los trayectos con mayor demanda de viajeros (Madrid-Sevilla, Madrid-Barcelona y Madrid-Valencia) y ojalá una apuesta decisiva por el transporte de mercancías con trenes extralargos que conecte puertos y núcleos industriales. Podéis consultar el siguiente artículo de The Economist: European railways: Uncoupling the trains y la experiencia (nada exitosa) británica aquí.
Sin embargo, esta historia no es nada nueva. Desafortunadamente, no es la primera vez.
Imagen aquí |
Marqués de Salamanca, original aquí |
***
Para saber más podéis consultar la Fundación de los Ferrocarriles Españoles y asimismo:
- Bel, G. España, capital París
- Broder, A. Los ferrocarriles españoles (1854-1913): el gran negocio de los franceses
- Herranz Loncán, A. Infraestructuras y crecimiento económico en España (1850-1930)
- Tortella Casares, G. Los orígenes del capitalismo en España: Banca, industria y ferrocarriles en el siglo XIX
No hay comentarios:
Publicar un comentario