Heisenberg (1901-76) obtuvo el Premio Nobel de Física en 1932 por sus contribuciones a la nueva Física Atómica mediante la utilización de la Mecánica Cuántica (véase el Principio de Incertidumbre). Con cuarenta años cuando fue nombrado director del Instituto Káiser Wilhelm de Física (actual Instituto Max Planck de Física). Hitler pensó en Heisenberg para que Alemania construyera la bomba atómica: se trataba del Proyecto Uranio (Uranverein), el análogo de la Alemania nazi al Proyecto Manhattan estadounidense. En 1940 Heisenberg y su equipo comenzaron a desarrollar un prototipo de reactor nuclear, para el cual necesitaban cantidades importantes del óxido de deuterio (agua pesada) que obtenían de una fábrica existente en la invadida Noruega, la Norsk Hydro en Rjukan (véase Batalla del Agua Pesada). Heisenberg estaba preocupado por el encargo recibido del ejército nazi. En septiembre de 1941, junto con su amigo y colega Carl Friedrich von Weizsäcker, se desplazó a Copenhague para hablar con Niels Bohr. Antes de la guerra había trabajado con Bohr (dieciséis años mayor que él) y quería saber su opinión sobre la energía atómica y su poder destructivo. Heisenberg y Weizsäcker estaban convencidos de que si la guerra se prolongaba tres o cuatro años más el final del conflicto bélico sería debido a la amenaza o al uso de un arma de destrucción masiva. Una vez acabada la Segunda Guerra Mundial, Heisenberg quiso matizar los detalles de su participación en el proyecto alemán, haciendo saber que los físicos alemanes hicieron todo lo posible para retrasar el proyecto atómico nazi. Parece plausible que Heisenberg no estuviera implicado al 100% en la construcción de la bomba: una semana después de Hiroshima fue capaz de calcular que se necesitaba una masa crítica de unos 40 kg de uranio 235 para la bomba atómica.
Sin embargo, Niels Bohr siempre contradijo la versión de la reunión en 1941. Bohr contaba que Heisenberg se jactó de la posible victoria de Alemania y de su capacidad para construir una bomba atómica en el futuro cercano. De hecho, Bohr afirmó que la intención de Heisenberg era convencerlo para ayudar a los alemanes, enfatizando la probabilidad de la victoria alemana. Es más, había tratado de desprestigiarlo intentando que divulgara información sobre el esfuerzo nuclear aliado. En definitiva, nunca sabremos si Heisenberg fue héroe o un villano: la incertidumbre seguirá persistiendo (más detalles aquí, aquí y aquí)
Esta semana busco algo muy, muy diferente. Qué podría ser si las pistas son las siguientes:
i. ¿Quién ganó la Guerra del Fútbol?
ii. ¿Quién podría ser el "Isaac Newton" del siglo XXI? Tal vez tenga una estatua en Budapest
iii. Alan Turing y Mark Zuckerberg no pudieron verse el 1 de enero de 2002 en Filadelfia
2 comentarios:
Sergio Jiménez, línea 2.
Satoshi Nakamoto es la persona que buscamos esta semana, creador de "bitcoin". Criptógrafo y matemático creó una criptomoneda del cual derivó el sistema de blockchain. Actualmente, posee una estatua a su nombre en un parque tecnológico de Budapestl abierto al público. Otros informáticos como Alan Turing o Mark Zuckerberg están relacionado con esta persona o grupos de personas debido a sus descubrimientos, al igual que Isaac Newton en el siglo XVII.
Enhorabuena, Sergio!!! Enigma cerrado. Se te ha olvidado comentar que la guerra del fútbol involucró a Honduras y El Salvador, siendo este país el primero que ha incorporado al bitoin como moneda oficial.
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