Uno de los puntos fundamentales que debéis tener en cuenta es que no es lo mismo "ser pobre en un país pobre" que "ser pobre en un país rico". Al igual que no es exactamente lo mismo, la desigualdad en un país pobre que en un país rico. Son hechos diferentes con consecuencias también distintas.
Os invito a leer el reportaje que ha realizado The Economist sobre la desigualdad. Muy recomendable!!!!
En el caso de Europa, las diferencias entre los más ricos y los más pobres de cada país están creciendo.
Os invito a leer el reportaje que ha realizado The Economist sobre la desigualdad. Muy recomendable!!!!
En el caso de Europa, las diferencias entre los más ricos y los más pobres de cada país están creciendo.
Fijaros, por ejemplo, en la evolución de Alemania. En este país, la mitad más pobre de la sociedad sólo tiene el 1% de los activos, mientras que el 10% más rico concentra el 53%. En los últimos años está aumentando la desigualdad europea y la crisis europea no está sino incrementando esta tendencia.
En el caso español, el último informe de Eurostat confirma que el gap (diferencia) entre los que más ingresan y los que menos ha crecido hasta el punto de situar a España en el primer lugar entre los 27 países miembros de la UE con mayor desigualdad social. Si se toma como indicador de la desigualdad, la relación que hay entre el 20% de la población que más ingresa y el 20% que ingresa menos, los resultados son claros. Antes de la crisis, los más ricos ingresaban en España 5,3 veces más que los más pobres. En 2011 esa proporción ha crecido hasta 7,5, cuando la media de la Unión Europea es de 5,7. En Alemania, la relación es de 4,6.
Este hecho está provocando, entre otros muchos efectos, que las regiones europeas más ricas planteen un nuevo diseño de las transferencias solidarias que realizan a las regiones más pobres de su país.
Así por ejemplo, muchas personas en Cataluña y en Flandes exponen que pagan mucho más de lo que reciben, a pesar de que los Gobiernos nacionales están recortando servicios públicos. En este sentido, el argumento regional es como el argumento de la eurozona a menor escala, puesto que los países del norte más prósperos como Alemania, Finlandia y Austria se quejan de que su riqueza y éxito comparativo se está agotando para mantener a flote a países como Irlanda, Grecia, Portugal y España. Según comenta Josef Janning en el New York Times (inglés y español), director de estudios en el European Policy Center, muchos gobiernos regionales europeos han formado agrupaciones regionales que eluden al Gobierno central: Cataluña, junto a Baden-Wurtemberg en Alemania, Ródano-Alpes en Francia y Lombardía en Italia, por ejemplo, son fuerzas motrices regionales que se autodenominan “los cuatro motores de Europa” y juntos poseen un PIB superior al de España. “Pero ahora”, proseguía Janning, “llega la crisis,” que plantea un dilema para las regiones, porque también implica una concentración de poder en las capitales nacionales, que intentan recortar el presupuesto nacional. “Ahora, las miradas vuelven a dirigirse a Madrid, Roma, París y Berlín”, comentaba, “por lo que se reducen las oportunidades regionales y se hace pagar a las más prósperas”.
En el caso español, el último informe de Eurostat confirma que el gap (diferencia) entre los que más ingresan y los que menos ha crecido hasta el punto de situar a España en el primer lugar entre los 27 países miembros de la UE con mayor desigualdad social. Si se toma como indicador de la desigualdad, la relación que hay entre el 20% de la población que más ingresa y el 20% que ingresa menos, los resultados son claros. Antes de la crisis, los más ricos ingresaban en España 5,3 veces más que los más pobres. En 2011 esa proporción ha crecido hasta 7,5, cuando la media de la Unión Europea es de 5,7. En Alemania, la relación es de 4,6.
Este hecho está provocando, entre otros muchos efectos, que las regiones europeas más ricas planteen un nuevo diseño de las transferencias solidarias que realizan a las regiones más pobres de su país.
Así por ejemplo, muchas personas en Cataluña y en Flandes exponen que pagan mucho más de lo que reciben, a pesar de que los Gobiernos nacionales están recortando servicios públicos. En este sentido, el argumento regional es como el argumento de la eurozona a menor escala, puesto que los países del norte más prósperos como Alemania, Finlandia y Austria se quejan de que su riqueza y éxito comparativo se está agotando para mantener a flote a países como Irlanda, Grecia, Portugal y España. Según comenta Josef Janning en el New York Times (inglés y español), director de estudios en el European Policy Center, muchos gobiernos regionales europeos han formado agrupaciones regionales que eluden al Gobierno central: Cataluña, junto a Baden-Wurtemberg en Alemania, Ródano-Alpes en Francia y Lombardía en Italia, por ejemplo, son fuerzas motrices regionales que se autodenominan “los cuatro motores de Europa” y juntos poseen un PIB superior al de España. “Pero ahora”, proseguía Janning, “llega la crisis,” que plantea un dilema para las regiones, porque también implica una concentración de poder en las capitales nacionales, que intentan recortar el presupuesto nacional. “Ahora, las miradas vuelven a dirigirse a Madrid, Roma, París y Berlín”, comentaba, “por lo que se reducen las oportunidades regionales y se hace pagar a las más prósperas”.
La crisis también está provocando un auge de los movimientos secesionistas. Por ejemplo, si Escocia fuera independiente, se uniría a la Unión Europea sin muchos problemas, ya que los escoceses son ciudadanos europeos. Después de todo, alrededor de 20 millones de personas de Alemania del Este se convirtieron en miembros de la Unión Europea de la noche a la mañana sin ni siquiera tener que silbar el himno. ¿Pero Escocia heredaría la opción británica de no pertenecer al euro o bien, como nuevo Estado de la UE, tendría que asumir la moneda común? Y si fuera así, ¿quién sería responsable de rescatar al Banco de Escocia, si se diera el caso?
¿Qué dice la ciencia sobre una posible secesión? Investigadores de España, Francia y Estados Unidos han utilizado factores como el Producto Interno Bruto (PIB), la desigualdad, la cultura y la genética para discernir cuáles son los países más estables y los menos. Sus conclusiones apuntan, a que los dos territorios europeos que tienen más probabilidades de separarse son el País Vasco y Escocia. Por el contrario, los países con más posibilidades de terminar juntos son Austria y Suiza, seguidos de Dinamarca y Noruega.
Si queréis que efectos tendría una hipotética independencia de Cataluña, podéis consultar las entradas de José Vicente Rodríguez Mora (I y II), Pol Antrás y Jordi Galí en Nada es Gratis. Tenéis una visión del Financial Times aquí.
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