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En diciembre de 1914 soldados alemanes, británicos y franceses luchaban entre sí en los frentes de Bélgica y Francia. De forma sorprendente, al llegar el día de Nochebuena, en varios puntos del frente Occidental los alemanes colocaron árboles iluminados en los parapetos de las trincheras. La respuesta no se hizo esperar: los aliados declararon un alto el fuego de forma espontánea. Este episodio se conoce como la tregua de Navidad de la Primera Guerra Mundial.
Según Stanley Weintraub (Silent Night: The remarkable Christmas Truce of 1914), la tregua surgió entre la tropa pese a los numerosos edictos y advertencias anticonfraternización. Tras gritar promesas como "Tú no disparar, nosotros no disparar",
algunos de los hasta entonces enemigos decidieron cantar conjuntamente
villancicos. Otros salieron de las trincheras para estrecharse la mano y
furmarse un cigarrillo juntos. El soldado británico Marmaduke Walkinton (véase Imperial War Museum) relata que "estábamos en primera línea, a unas 300 yardas (270 metros) de los
alemanes. Creo que fue el día de Nochebuena, cuando estuvimos cantando
villancicos y los alemanes hacían lo mismo. Nos gritábamos los unos a los otros,
comentarios groseros, la mayor parte del tiempo chistes verdes. De
pronto, un soldado alemán dijo: ‘Mañana vosotros no disparáis y nosotros
tampoco’. Y la mañana llegó y ninguno de los dos bandos disparamos". Para
Colin Wilson, de la Guardia Granadera británica, la tregua también
empezó con villancicos, seguida de una invitación de las tropas
alemanas. "Escuchamos a un soldado alemán cantando ‘Noche de Paz’,
en alemán, naturalmente. Después, cuando terminó de cantar, los
alemanes nos gritaron todo tipo de felicitaciones navideñas a través de
la tierra de nadie".
Muchos acordaron que la tregua seguiría en vigor el día de Navidad, para poder verse de nuevo y enterrar a los muertos de ambos ejércitos. Cada bando ayudó al contrario a cavar tumbas y celebrar ceremonias de los caídos, incluso en una de ellas un capellán escocés hizo una lectura bilingüe de un salmo. Los soldados intercambiaron comida y regalos que les habían enviado desde sus casas, y botones del uniforme para guardarlos de recuerdo e incluso jugaron al fútbol (más detalles aquí).
Nadie quería seguir con la guerra asegura Weintraub. Pero los mandos superiores y los políticos sí y amenazaron con castigar a quien desobediese. Desafortunadamente con el año nuevo ambos bandos reanudaron su actividad, pero en sus cartas y diarios los soldados reflejaron el grato recuerdo de la tregua: "Qué maravilloso y qué extraño al mismo tiempo". De hecho, durante los últimos días del año de 1914 se publicaron numerosas cartas de soldados que reflejaban los hechos acaecidos durante esos días. Más detalles en Christmas Truce: The western Front December 1914 o Truce: The Day the Soldiers Stopped Fighting.
Os recomiendo, la película Feliz Navidad (2005) (video aquí)
2 comentarios:
Preciosa película la de "Feliz Navidad", tuve la suerte de haberla visto hace un año y realmente te hace reflexionar.
Buen aporte Fernando y ¡Feliz Navidad!.
Muchas gracias y felices fiestas, Cristina. Feliz Navidad estuvo nominada al Oscar a la mejor película en habla no inglesa en 2005 (ganó Tsotsi). Gran película!!!!
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