viernes, 17 de febrero de 2017

Para qué sirve estudiar... (evolución del salario por hora trabajada, 1995-2009)


Da que pensar. Resulta que entre 1995 y 2009 el salario por hora trabajada de un trabajador cualificados ha crecido menos (incluso ha disminuido en algunos países) en términos comparativos que el salario de un trabajador no cualificado. Este hecho parece ser la tónica en países como Francia, Italia, Reino Unido, Suecia, Japón y Corea del Sur. En el gráfico de la izquierda (cambio porcentual en los salarios por hora trabajada) se aprecia, asimismo, que el salario por hora de un trabajador cualificado ha disminuido en Italia, España y Japón. Los únicos países donde se percibe que estudiar y, por consiguiente, los incentivos funcionan (en otras palabras, la “prima por las cualificaciones” o en versión inglesa el denominado “skill Premium”) son, por este orden, China, EEUU y Alemania. Más información en el informe del think tank Bruegel, An anatomy of inclusive growth in Europe realizado por Zsolt Darvas y Guntram B. Wolff (descarga directa aquí).


En lenguaje coloquial, en un país donde un electricista llegó a ganar 4,000 euros al mes porque ese país se ha dedicado a vivir del turismo y/o de la construcción; o en el cual, el salario medio de un estibador sea superior a 60,000 euros anuales (detalles aquí, aquí, aquí y aquí) y por tanto gane más que un médico (según el INE, en 2013 los “técnicos y profesionales científicos e intelectuales de la salud y la enseñanza” ganaban una media de 33,251.7 euros) o que incluso gane lo mismo que un director o gerente (según el INE, en 2013 “los directores y gerentes” ganaban una media de 55,090 euros) (más detalles aquí y aquí), es síntoma de que las cosas no funcionan bien. Sobran comentarios.

¿Por qué los electricistas, los albañiles o los estibadores no pueden cobrar más que un ingeniero, un médico o un físico? Sencillamente porque desaparecen los incentivos a estudiar y a formarse. En otras palabras, qué incentivos puede tener un titulado superior o un doctor a invertir en su educación tiempo y dinero, cuando vas a ganar más dinero cargando y descargando mercancías en un puerto. Si un país remunera más a su mano de obra de no cualificada, aparece la fuga de cerebros (aquí y aquí), se precarizan los contratos para los estudiantes pre-doctorales (aquí), disminuye el número de patentes generadoras de empleo (información aquí), no hay incentivos para crear empresas que apuesten para contratar a ingenieros, etc. Y que nadie lo olvide: si un país crece apostando principalmente por la construcción o el turismo no espere que a medio y largo plazo que su sistema de educación, sanidad o su sistema de pensiones sean iguales u ofrezcan las mismas condiciones que aquellos países que apostaron por la educación y la inversión en I+D. 

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