Foto National Geographic, Jim Richardson |
Esto es lo que se pregunta el National Geographic en su número de mayo. Hacia el año 2050 la población mundial habrá aumentado cerca de un
35% hasta situarse sobre 9,000 millones de personas. Para alimentar a esa población, es necesario duplicar la producción
agrícola. Además la producción tendrá que aumentar mucho más que la población, ya que los países en vías en desarrollo son cada vez más prósperos y demandan
más carne. ¿De dónde se sacará
suficiente comida para tantas bocas hambrientas, sin arrasar y/o destruir el planeta?
Un ejemplo nada gratificante. China y otros países están comprando cada vez más tierras en África
para alimentar a su población (aquí, aquí, aquí y aquí), aunque ello avoque a los nativos africanos al
hambre. África no apuesta por la agricultura debido a los intereses de la élite
local, quienes a su vez responden a los intereses de los grupos de presión internacionales. Lo peor es que la práctica se extiende a otros países (por ejemplo, Ucrania). En cualquier caso, no es fácil saber quién está detrás del acaparamiento de tierras en el planeta.
En fin... sigamos sobre cómo se podrá alimentar a la población. Según explica Jonathan Foley (Instituto de Medio Ambiente de la Universidad de Minnesota) las claves para hacer viable la situación son 5 puntos:
1. Congelar la huella
de la agricultura. En la actualidad, ya no es factible aumentar la producción agrícola mediante la
expansión agrícola. De hecho, la expansión de la agricultura y la ganadería (huella) ha causado la
pérdida de ecosistemas enteros en todo el planeta (por ejemplo, las praderas de América del
Norte y el bosque atlántico de Brasil). Además cuando hoy en día se talan bosques en los trópicos no se hace pensando
en los 850 millones de personas que pasan hambre en el mundo: desafortunadamente se
destinan a la ganadería o a la producción de soja para alimentar el ganado, o para obtener madera y/o aceite de palma.
2. Producir más en
tierras ya cultivadas. Según Foley es necesario usar y/o combinar sistemas de agricultura de alta tecnología y
precisión con métodos prestados de la agricultura ecológica. La Revolución Verde de la década de 1960 aumentó las cosechas en Asia y
América Latina con el uso de variedades mejoradas de plantas, fertilizantes,
maquinaria y sistemas de riego pero con un coste medioambiental muy alto.
3. Hacer un mejor uso
de los recursos. La agricultura comercial está utilizando métodos para gestionar mejor la aplicación de fertilizantes y pesticidas
mediante el uso de tractores computarizados equipados con sensores avanzados y
GPS. Tecnología y agricultura ecológica deben complementarse. Monsanto no tiene porque ser el ejemplo a seguir (aquí y aquí).
4. Adaptar la dieta. Varios datos. En la actualidad solo el 55% de las calorías cultivadas en
el mundo alimentan directamente a las personas; el resto da de comer al ganado
(36%) o se convierte en biocombustibles y/o productos industriales (9%). Por
cada 100 calorías de los cereales que utilizamos para alimentar a los animales,
apenas se recuperan 40 en la leche, 22 en huevos, 12 en la carne de pollo, 10
en carne de cerdo y 3 en ternera. ¿Por qué no una dieta menos carnívora? ¿Por qué no sustituir la carne de
vaca alimentada con grano por carne de pollo, de cerdo o de vaca alimentada con
hierba? ¿Por qué no reducir el uso de cultivos alimentarios para la fabricación
de biocombustibles?
5. Reducir el
despilfarro. Aproximadamente el 25% de las calorías alimentarias
producidas en el mundo y hasta el 50% del peso total de la producción de
alimentos se desaprovecha o se pierden antes de llegar al consumidor. En los
países ricos, buena parte de ese desperdicio se produce en los hogares,
restaurantes y supermercados. En los países pobres muchos alimentos se pierden entre el
agricultor y el mercado por culpa de unos sistemas muy poco fiables de
almacenamiento y transporte. Varias reflexiones en voz alta. ¿Por qué cuando vamos a un bar o restaurante, satisfacción debe implicar platos (raciones) de comida cada vez más grandes? ¿Por qué en España, cuna de la dieta mediterránea, hay cada vez más niños con problemas de obesidad? ¿Por qué se desperdicia tanta comida? ¿Por qué en África se sigue pasando hambre? ¿Por qué África no apuesta por la agricultura? (os recomiendo las reflexiones del profesor Mbuyi Kabunda, aquí y aquí)
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