Prusianos atacando en Waterloo. A. Northern, c, 1863 |
El 18 de junio de 1815 las tropas Napoleónicas fueron derrotadas definitivamente en Waterloo, efeméride de la cual se han cumplido hace poco 200 años. Mucho se ha escrito sobre lo que sucedió en Waterloo. Personalmente os recomiendo el reciente libro de Barbero (Waterloo. La última batalla de Napoleón) y un clásico de 1976 del especialista militar John Keegan (El rostro de la batalla) (más libros aquí y aquí); la película Waterloo (1970); y si os fascinan mucho las recreaciones históricas os recomiendo iros directamente cada año a la localidad belga de Waterloo. Sin embargo, probablemente lo más interesante sea centrarse en las razones que llevaron a la derrota definitiva de los ejércitos franceses y en sus consecuencias geopolíticas y económicas.
Napoleón, 1804. JL David, Louvre |
¿Por qué perdió Francia la guerra (detalles sobre la cronología de las Guerras Napoléonicas aquí, aquí y aquí? Voy a esgrimir tres razones.
1. La superioridad económica británica. La organización bancaria, las redes financieras y la capacidad tecnológica de GBR era incontestable en el mundo entero. Aunque la Francia del siglo XVIII era una nación rica, su capacidad de endeudamiento era muy inferior a la británica. Tras el final de la Guerra de los Siete Años, quedó claro que la primera potencia mundial era Gran Bretaña. Francia y, en menor medida, España intentaron debilitar el poder británico apoyando y financiando la independencia de las colonias norteamericanas. A largo plazo, esto supuso un error fatal para la economía francesa que incapaz de hacer frente a sus deudas se vio abocada a la Revolución Francesa que dinamitó todas las instituciones francesas. En 1815 la deuda inglesa per cápita era muy superior a la francesa. Sin embargo, los tipos de interés que pagaban los británicos eran prácticamente la mitad de los que pagaban los franceses (para profundizar más detalladamente sobre este tema, se pueden consultar entre otros a Bordo y White (1991), Sargent y Velde (1995), Wright (1999) y O'Brien (2006)). En cualquier caso, Napoleón lo tenía muy claro: “To win a war, one needs money, money and more money”.
The hero of Trafalgar (Overend) |
Austerlitz. Gérard c. 1810, Versalles |
En cualquier caso, el bloqueo debía seguir adelante. En el Este de Europa aparece Rusia, así que Napoleón decide presionar a los rusos liberando Polonia. En este contexto, los austriacos y los prusianos (ambos enemigos tradicionales de los rusos) no van a apoyar a Napoleón por las razones expuestas anteriormente. En 1807 se firman los acuerdos de Tilsit. Estos tratados supusieron el nacimiento del Gran Ducado de Varsovia (a costa de territorios prusianos y austriacos), la ayuda de Francia a Rusia en su pugna con el Imperio Otomano y la incorporación de Rusia al bloqueo continental contea Inglaterra. Ante esta tesitura Inglaterra declara la guerra a Rusia con un éxito notable: los británicos ocupan Dinamarca asegurándose el control del mar Báltico. Más temprano que tarde, Rusia tendrá que reconsiderar su posición. Mientras tanto en el Oeste de Europa está Portugal, aliado histórico de GBR. No obstante, entre Francia y Portugal está España, aliada francesa en Trafalgar. Tras las esperpénticas actitudes de Carlos IV y su esposa, el futuro Fernando VII y el primer ministro Godoy, Napoléon decide desembarazarse de los Borbones hispanos (previamente lo había hecho en Nápoles y la Revolución en la propia Francia). El tiempo vino a demostrar que Napoleón se equivocó al invadir España, dado que su ejército se quedó con demasiada frecuencia sin capacidad de maniobra ante los continuos hostigamientos de la guerrilla española.
En definitiva, hacia 1809 las cosas no parecen claras. Frente a las coaliciones organizadas y financiadas por los británicos, el Imperio Francés se apoya en una serie de estados y/o países satélites: la Confederación del Rin, Saboya, la República Italiana, Nápoles, España y el Gran Ducado de Varsovia. Siguiente movimiento, Austria financiada por Inglaterra ataca Francia. La consecuencia es que los austriacos pierden Galitzia en favor del Gran Ducado de Varsovia. Por si fuera poco, decide poner un granito más al sentimiento nacionalista alemán. Napoleón quiere un heredero, así que una vez divorciado de Josefina decide casarse con alguna heredera de los Habsburgo. La elegida será María Luisa de Habsburgo y Lorena, hija del emperador austriaco Francisco I. El heredero, el malogrado Napoleón II, será nombrado rey de Roma, al igual que el heredero del Sacro Imperio Romano Germánico. ¿Por qué este desaire y, hasta cierto punto, esta humillación hacia los alemanes? No hay respuesta.
Retirada de Napoleón desde Moscú. A. Northern |
A partir de Borodino los acontecimientos se precipitan. Prusia se une a Inglaterra y Rusia. La guerrilla y las tropas anglo-españolas expulsan a José I Bonaparte de Madrid. Murat traiciona a Napoleón para salvaguardar su corona en Nápoles. Los principes alemanes se distancian del emperador y prestan juramento de fidelidad a Viena. En 1813 se produce la batalla de Leipzig (1813) que enfrenta a Francia contra Rusia, Prusia, Austria y Suecia (al frente, Carlos XIV Juan también conocido como Jean-Baptiste Bernadotte, antaño general de Napoléon), entre otros. La derrota de Napoleón es muy clara ¿Dónde estaba GBR? Los británicos eran el cerebro y el banquero de la coalición antifrancesa y su objetivo era también muy evidente: obligar a Francia a que volviera a las fronteras de 1792 o 1789, en el mejor de los casos.
Meeting of Blücher & Wellington after Waterloo |
¿Cuáles fueron las consecuencias de la derrota napoleónica en Waterloo?
Tras la Francia revolucionaria y la Francia Imperial, vino el Congreso de Viena, la Santa Alianza y el Concierto de las Naciones (más detalles aquí y aquí). En otras palabras, 40 años de paz hasta la Guerra de Crimea en 1853.
Metternich c. 1815. Th. Lawrence |
Original aquí |
Original aquí |
Para finalizar un último detalle. Uno de los países que ayudó a derrotar a los ejércitos napoleónicos quedó prácticamente excluido de las negociaciones en Viena. Ese país era España. ¿Por qué? Probablemente habría que preguntar a Londres (proceso de independencia de las colonias españolas desde 1808) y a París, al mismo tiempo que resultaba difícil confiar en un rey (Fernando VII) que traicionó a su padre, que se alió con Napoleón, que se puso del lado británico cuando la estrella de Napoleón empezó a declinar y que abolió la Constitución de 1812 que le puso en el trono (véase sobre La invención de la Guerra de la Independencia y Las deformaciones de la memoria, ambos de Álvarez Junco). Es más, Francia una vez pagada la correspondiente indemnización de guerra y de regreso al tablero europeo decidió intervenir en España en 1823 a instancia de Chateaubriand (ministro de Asuntos Exteriores) para mantener a Fernando VII. El Duque de Angulema, primo de Fernando VII, ayudado por la vieja guardia napoleónica, se paseó militarmente. Las tropas francesas permanecieron en España hasta 1828. Gran favor el que nos hicieron los franceses (entiéndase la ironía).
Definitivamente la Guerra de Crimea en 1853 puso fin a la norma según la cual las grandes potencias europeas nunca más lucharían entre sí. Napoleón III fue proclamado por el sultán protector de los cristianos del Imperio Otomano, ante la indignación del zar Nicolás I, quien se consideraba, al igual que sus predecesores, protector de los eslavos de los Balcanes. Otra forma de verlo, es que Francia y GBR iban a aunar esfuerzos en Asia frente a Rusia y la puerta de entrada hacia el continente asiático estaba en Estambul. Qué razón tenía Metternich cuando se preguntaba por las intenciones de Lord Palmerstone.
Para saber más:
El alma de las Naciones de Alain Minc